La Evangelización Mundial - Lección 3


Romanos 10:14-15a - ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Ningún cristiano conciente negaría el hecho de que el asunto más importante de la vida de un individuo es la SALVACIÓN de su alma. Mateo 16:25: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

Sigue, entonces, que la empresa más importante en el mundo es la extensión del Evangelio, porque es solo por medio del Evangelio que una persona puede ser salva. Dios tiene UN plan para alcanzar a todo el mundo con el Evangelio. Hay algo que CADA cristiano puede hacer en ese plan. TODOS podemos tener una parte.

Basicamente, hay dos partes de ese plan. Una parte es que alguien tiene que estar dispuesto a IR - a LLEVAR el mensaje del evangelio a los que no han oído. Ese es el misionero. La otra parte es que alguien tiene que estar dispuesto a ENVIAR a los que están dispuestos a IR. Ahora, quiero darle una definición de un misionero:

II Cor 8:12. Un cristiano sincero ve la necesidad de enviar el evangelio a los lugares más allá de su propio alcance, y tiene un deseo sincero de hacer su parte. Tiene “voluntad dispuesta”. Pero ¿cómo puede estar seguro de que su participación sea efectiva? De eso se trata la OFRENDA MISIONERA PROMESA de FE. ¿Qué es la OFRENDA MISIONERA PROMESA de FE?

1. OFRENDA. No es el diezmo. El diezmo es lo que el cristiano da a su iglesia local, la décima parte de sus ingresos, para sostener la obra de su iglesia en su PROPIA LOCALIDAD.
Es una ofrenda COMPROMETIDA por FE, que el cristiano da consistente, sistemática y semanalmente, junto CON su diezmo a través de su iglesia local.

2. MISIONERA. Rom 10:15. Es enviar el evangelio a los que están más allá del alcance de mi iglesia local.

3. PROMESA. No es “Si tú me lo das, yo te lo regresaré.” Esta ofrenda es un COMPROMISO - una PROMESA. Se da del 90% que Dios nos ha permitido adquirir.

4. FE. Es una ofrenda dada por FE. El diezmo no es cuestión de fe. Es cuestión de obediencia. El diezmo es del Señor.

Ahora, ¿cómo decido cuánto voy a dar a la Ofrenda Misionera Promesa de Fe?

1. ORE. El cristiano debe orar acerca de todas sus decisiones. Pídale a Dios que le indique cuánto debe dar. Si Ud. ya está dando, pídale a Dios que le indique por cuánto debe aumentar su promesa de fe. Si NO está dando OFRENDA MISIONERA PROMESA de FE...

2. Considere dar en proporción a su diezmo. El 50% de su diezmo. Por ejemplo, si Ud. gana $ 100.00 por semana, su diezmo debe ser ¿cuánto? $ 10.00. Pídale a Dios que le indique si debe dar el 50%, o 25%, etc. (Esto es APARTE de su diezmo. El diezmo es solo un punto de referencia.) Tal vez Dios quiere que dé más que lo que está dando de diezmo.

3. ¡DEBE DESAFIAR SU FE! Ahora, no es pecado simplemente decidir cuánto puede dar y dar una ofrenda misionera de lo que Ud. puede dar. Pero si Ud. quiere realizar toda la bendición que Dios quiere que tenga, necesita dar más allá de su propia capacidad. Decida cuánto puede dar. Deje que Dios le indique cuánto El quiere que Ud. confíe en Él que le dé para que Ud. lo dé.

4. PONGA SU OFRENDA PROMESA de FE JUNTO CON SU DIEZMO. Délo ANTES de pagar cualquier otra cosa, como debe dar su diezmo.

5. CONFÍE EN DIOS para suplir sus necesidades DESPUÉS de darle lo que Ud. ha prometido. Esa es la única forma que un cristiano en nuestro sistema económico puede vivir consistentemente por fe.



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