Como Ganar Almas


Hechos 5:42: “Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”. Por muchos años hemos procurado tomar dos domingos al año para enseñar cómo ganar almas a través de toda la Escuela Dominical. Nunca podemos poner demasiado énfasis en el asunto de hacer llegar el mensaje del evangelio a los perdidos. Ganar almas no es UN programa de la Iglesia local, es EL programa.

Hay muchos conceptos equivocados acerca del asunto de ganar almas. Uno es que ganar almas es para el “clero profesional” - el pastor, los asistentes, misioneros, evangelistas y en el caso de nuestra iglesia, los estudiantes del instituto bíblico. Nada podría estar más lejos de la verdad. Efesios 4:11 y 12 dicen: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los SANTOS para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.” Los “SANTOS ” que se mencionan aquí son “creyentes”. TODO creyente.

Es la responsabilidad de CADA cristiano ganar almas. Es la responsabilidad del pastor y sus asistentes enseñar y entrenar a los miembros de la iglesia a ganar almas.

Otro concepto equivocado acerca del asunto de ganar almas que es difícil. Muchos cristianos sinceros no ganan almas porque piensan que no conocen suficiente Biblia. ¿Ud. sabe que la Biblia se dirige casi en su totalidad a los creyentes? Hay muy poco de la Biblia que fue escrito a los incrédulos o los inconvesos. El ÚNICO mensaje que tiene la Biblia para el inconverso - el no salvo - es “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa.” Entonces, aunque Ud. conociera TODA la Biblia, o si conociera más que nadie más acerca de la Biblia, de nada le serviría con el inconverso, porque no es para él.

I Corintios 2:12 dice: “Pero el hombre natural (el inconverso) no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

Lo único que el inconverso PUEDE entender es que necesita ser salvo. Y lo único que necesita saber para ser salvo está en el sencillo plan de salvación incluído en la tarjetita que le estamos entregando. Durante estos dos domingos, le vamos a enseñar todo lo que necesita saber acerca de cómo ganar almas a Cristo.

Nadie es experto. Nadie puede contestar todas las preguntas acerca de la Biblia. Al pastor le hacen preguntas que sólo puede contestar diciendo “No sé”. No tenga miedo. Manténgase en el tema. Si la persona quiere escuchar, escuchará. Si no quiere escuchar, no hay nada que Ud. puede hacer para obligar a una persona a escuchar.

Otro idea errónea acerca de ganar almas es: “Si no le explico bien, puedo condenar su alma al infierno.” “¿Qué si me equivoco y la persona no entiende?” No hay NADA que un ser humano puede hacer para mandar a otro ser humano al infierno. Una persona va al infierno NO por lo que hace o no hace otra persona. Va al infierno por su propio pecado. Mientras no MANDAMOS a nadie al infierno, sí podemos DEJAR que la persona vaya al infierno sin ser advertido.

Ese es otro asunto. ¿Qué si la persona no acepta? Muchos cristianos no ganan almas porque tienen miedo al fracaso. Nadie quiere ser rechazado. Nadie quiere escuchar un “No”. Dios no nos dijo: “Id por todo el mundo y ganad almas...” Dijo “Id por todo el mundo y PREDICAD...” “Predicar” es advertir. El pastor predica tres veces o más por semana. No todos responden. No es su responsabilidad hacer que la gente responda. Es su responsabilidad predicar. No es la responsabilidad del “ganador de almas” hacer que la persona responda. No PUEDE hacer que responda. Es su responsabildad “predicarle” - advertirle.

Si Ud. y yo salimos a ganar almas y al regresar Ud. reporta tres personas salvas, yo no reporto ninguno, si yo les dí el plan de salvación, o intenté dar el plan de salvación a todos los que pude, yo he tenido el mismo éxito que Ud. Porque Dios me dijo que los advirtiera - no que los ganara.

Un médico no puede curar a un paciente. Sólo puede recetar la medicina o el tratamiento. Es la responsabilidad del paciente seguir las instrucciones del médico. Un maestro de escuela no puede obligar a sus alumnos a aprender, ni a estudiar. Sólo puede darles la información. El alumno mismo tiene que tomar la iniciativa para aprender. El cristiano que no se dispone a ganar almas a Cristo se está robando de una gran bendición. No hay nada que enriquece la vida, alegra el corazón, aliviana la carga, realiza la vida, satisface la consciencia o agrada a Dios más que la obediencia a Dios en el asunto de ganar almas.



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