Anima a tu Animador


2 Corintios 2:1-4:
“Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegre, sino aquel a quien yo contristé?” Una de las tristezas de la vida del Apóstol Pablo fue que la gente a quien más amaba - a quien había entregado más de sí mismo - no comprendía con cuán grande amor los amaba.  (A propósito, yo no me siento así.)  Lea II Cor 12:14.

Normalmente los que más amor y atención y cuidado reciben son los que menos saben regresar ese amor.  El niño más pequeño de la familia es el que más atención recibe y el que menos sabe cómo regresar ese amor.  Un niño de un año nunca le dice a su papá: 

“Padre, gracias por todo lo que has hecho por mí.  Gracias por cuidar de mi madre mientras me estaba esperando.   Gracias por pagar las cuentas del médico y el hospital.  Gracias por darme un lugar seguro y protegido dónde vivir.  Gracias por levantarte todos los días y trabajas duro para proveer por mí y mis hermanos mayores.  Gracias por llevarme a la iglesia y ponerme en los brazos del pastor para que me presente y pida a los hermanos que oren por mí.” 

Yo dudo que algún padre haya escuchado eso de su hijo de veinte años, mucho menos de un niño de un año.  Un niño sólo busca a mami y papi cuando le duele algo, cuando tiene hambre, o necesita algo.  Esas expresiones tampoco se escuchan de un cristiano inmaduro. 

Nadie jamás se dedicó más a sus seguidores que el Apóstol Pablo.  Y ninguno de sus seguidores recibió más abundante y frecuentemente de sus atenciones que la iglesia de Corinto.  Sus cartas a ellos son sus escritos más extensos.  Pasó más tiempo con ellos que con cualquier otra iglesia. 

Y ninguna iglesia fue menos expresiva de su aprecio que la iglesia de Corinto.  ¿Sabe por qué?  Porque eran cristianos inmaduros - carnales.  Pero a pesar de eso, mire lo que este gran cristiano dice en estos versículos:   Lea Cor 2:1-2

Esta es la verdad que quiero que vean: Pablo dice, “Si yo no los animo a Uds., no voy a tener a quién me anime a mí.”  ¡Que grandeza!   ¡Qué gran perspectiva!   Si yo los contristo a Uds. ¿quién me va a animar a mí? 

Si no tenemos cuidado, con nuestro espíritu y nuestro trato, desanimaremos a la gente que más posibilidad tiene de animarnos a nosotros mismos. 
Por grande que sea el círculo de influencia de una persona, hay muy pocas personas en su vida que en verdad le pueden alegrar o animar. 

El extraño te puede divertir,  pero no te puede animar.  El cómico te puede entretener, pero no te puede animar.  El payaso te puede hacer reír, pero no te puede animar.  El cantante te puede emocionar, pero no te puede animar.  El espectáculo te puede impresionar, pero no te puede animar.  El deporte te puede asombrar, pero no te puede animar.  Las vacaciones te pueden distraer, pero no te pueden animar.  La televisión te puede fascinar, pero no te puede animar.

La mayoría de nosotros buscamos el ánimo en los lugares equivocados.   Lo buscamos en la diversión, el entretenimiento, la riza, la emoción, el espectáculo, la distracción, las vacaciones.

La persona que menos disfruta algún evento: (la Navidad, las vacaciones, etc.),  es la que espera que ese evento le haga feliz.

Tú te estás preparando para una gran depresión si esperas que las vacaciones Navideñas te animen.  La mayoría de la gente pasa parte de sus vacaciones con las personas que más potencial tienen para desanimarnos y deprimirles - la suegra.  ¡NO!  No tiene nada de malo que tú salgas de vacaciones.    No tiene nada de malo que pases tiempo con tus familiares.  Algunos necesitamos pasar tiempo con nuestros familiares.

Pero dime si estoy equivocado.  Los conflictos que más te han deprimido en tu vida han sucedido en un tiempo en que deberías de estar pasando un tiempo alegre y feliz. 

“Feliz Navidad” suena muy vacío al que pasó sus vacaciones discutiendo con sus familiares cercanos.  “Feliz Año Nuevo” pierde su sentido para el que tiene el corazón quebrantado por un choque con un ser querido.

Pero la verdad es que la gente que más potencial tiene para alegrarte es la que más puede deprimirte.  Entre más íntima y cercana la relación, más potencial tiene para animarte, y más potencial tiene para deprimirte.

Un pastor que es traicionado por un asistente siempre sufre más si hubo una relación estrecha con el asistente.  Entre más potencial tiene un asistente de pastor para contribuir al ministerio de la iglesia, más potencial tiene para dañarlo.

Si no me puede dañar, no me puede ayudar.  Entre más cualificado es, más me puede ayudar, pero también más me puede dañar. 

Entre más una esposa ama a su esposo, más profunda es la herida de su traición.  Entre más un esposo ama a su esposa, más duele cuando ella expresa decepción en él.  Entre más estrecha la relación entre pastor y miembro, más grande es el dolor causado por el fracaso de uno u otro.

Pablo dijo, “Voy a dedicarme a animar a los que más me pueden animar.  Si desanimo a los que me pueden animar, ¿quién me va a animar a mí? 

Si entristecemos a los que nos pueden alegrar, ¿quién nos va a alegrar? 

Según Efesios 4:30, uno puede entristecer al Espíritu Santo.  Entristecemos al Espíritu Santo cuando otra y otra vez rechazamos sus insistencias.  Y la Biblia dice “No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre...”  Gen 6:3.

Es como el hijo que otra y otra vez rechaza el consejo de su padre. 

Es trágico que desanimamos y entristecemos a los que más potencial tiene para animarnos y alegrarnos.

Mi hermana, te conviene tener un esposo de carácter fuerte.  No te quejes de que tu esposo sea “terco”, “obstinado”.  ¡Es hombre!  “¡Nunca me hace caso!”  Acuérdate, lo que le metió a Adán Y a Eva en problemas fue que Adán le hiciera caso a la voz de su esposa.

¡Ese hombre es terco porque es HOMBRE!  Dale gracias a Dios que tienes un HOMBRE de esposo, y no un hombre indeciso.  Claro que va a hacer decisiones equivocadas, pero es mejor tener un esposo que tiene suficiente hombría para hacer decisiones que un cobarde.  Deja que APRENDA de sus errores.  No tiene caso que tú le recuerdes de sus errores. 

Esposo, te conviene tener una esposa que de vez en cuando te hace pensar antes de cometer una tontera.  Los hombres a veces olvidamos que la mujer también tiene cerebro.  Toma en cuenta lo que ella te dice, y luego haz lo que te pegue la santa gana. 

Hijo, te conviene tener un padre de carácter fuerte.  Dale gracias a Dios que tienes un padre que no tiene medio decirte “¡NO!”  Y cuando te dice “¡No!”, acéptalo como la voluntad de Dios para tu vida. 

Te conviene tener a un amigo que te dice lo que necesitas escuchar, en lugar de lo que quieres escuchar.  Te conviene tener a un pastor que te reprende cuando necesitas ser reprendido.

Yo me ayudo a mí mismo - contribuyo a mi propio ánimo - cuando animo a los que me pueden animar, aun cuando me incomodan.

Valoramos demasiado la comodidad.  Hay muy pocas lecciones valiosas que se aprenden en la comodidad y la prosperidad.  La mayoría de lo que Dios nos enseña es en tiempos difíciles, y de personas que nos incomodan.  ¿Te acuerdas de ese maestro de secundaria que odiabas?  Fue el que más te enseño.   Y todo comienza con “determiné para conmigo”.   Yo decidí. 

Tú puedes decidir ser una influencia animadora - en tu casa, en tu trabajo, en tu cuarto, en tu iglesia, en tu ruta, con tus padres, con tu esposo o esposa, con tus líderes, con tus seguidores.   Tú puedes decidir animar a los que más te pueden animar.

“Determiné para conmigo no ir otra vez a vosotros con tristeza.”   “Mi gozo es el de todos vosotros.”   Pablo dice, “Mi gozo está en hacerles gozar a vosotros.”    ¿Qué hago?

Determina para contigo... decide en tu corazón.  Busca oportunidades para animar a otros.

Determina que vas a evitar lo que sabes que desanima a tu animador.  En un mensaje que predico acerca del matrimonio, hay un punto en que digo que tengo una lista mental de cosas que yo sé que irritan a mi esposa.  Yo evito mencionar esas cosas porque sé que la entristecen.  Un jueves en la mencioné eso en un mensaje.  Después del culto en la casa me dijo “Puedes añadir otra cosa a tu lista de las cosas que me irritan.”  Le dije, “¿Qué es?”  Dijo “Me irrita que tú digas en público que hay cosas que me irritan”.  Si ella estuviera aquí, no mencionaría que hay cosas que la irritan.

Pídele a Dios que te ayude a encontrar lo que anima a tu animador.  Sonríe mucho.  Aprende a reírte.  Piensa y espera antes de responder negativamente.  Perdona.  Acepta.  Cede,  Pierde.  Olvida.  Ríete de ti mismo.  No te tomes muy en serio.  No tengas que tener la razón.

Ponte de acuerdo   Romanos 12:17, 18, 21  No tengas que tener las cosas a tu manera.  No tengas que ganar.  No tengas nada qué comprobar.  Busca lo que le hace feliz a otro, (dentro de los justo) y dáselo.

Es mucho más dulce ceder cuando sabes que podrías ganar, sabiendo que la victoria del otro es más dulce para él que tu victoria sería para ti.  Pregúntate: “¿Qué significa esto para ti?”  “¿Qué significa para él?”  Si significa más para el otro que para tí, dáselo, y vive con el placer de haber cedido lo que no necesitabas para que el otro tuviera lo que él sí necesitaba.  

I Corintios 8:9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”



Deja tu Comentario